30 + 40 = 100
No recuerdo quien fue aquella persona que decía que solo bastaba con decir suficientes veces una mentira para que se convirtiera en verdad. Creo que encontre un corolario:
No es necesario decirlo muchas veces mientras tengas un delantal, seas más grande que el receptor y pongas cara de fuego al decirlo la primera vez.
El mesero estaba tan seguro de si mismo, es más, como que me estaba dando una lección de vida (nunca hagas enojar a un mesero de un lugar completamente vacio el cuál intercala el atender la única mesa con darle leche al bebe de la dueña). Por esto me sentí un poco mal de corregirlo, chance y si yo me hiciera de la vista gorda ante esa errada suma matemática, él podría conseguir el suficiente valor para renunciar. ¡Unios meseros del mundo!
No es necesario decirlo muchas veces mientras tengas un delantal, seas más grande que el receptor y pongas cara de fuego al decirlo la primera vez.
El mesero estaba tan seguro de si mismo, es más, como que me estaba dando una lección de vida (nunca hagas enojar a un mesero de un lugar completamente vacio el cuál intercala el atender la única mesa con darle leche al bebe de la dueña). Por esto me sentí un poco mal de corregirlo, chance y si yo me hiciera de la vista gorda ante esa errada suma matemática, él podría conseguir el suficiente valor para renunciar. ¡Unios meseros del mundo!
1 Comments:
At Tuesday, August 22, 2006 8:46:00 PM, Anonymous said…
ya guey, no quemes al simón. no seas ogt.
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