La reseña, la frase y la aclaración.

Gran, gran, gran pelicula que es la de Alto Impacto (Crash/2005). Tras algunas ambiguas negativas de mi parte a la invitación de mis buddies para ir al cine, repentinamente me encontraba situado frente a la pantalla grande con unas palomitas (cortesía Betty), un refresco (cortesía Erasmo) y unos nachos (cortesía Marcelo) volando cuales vasos en el estadio. Dios bendiga a Cinemex y su refill. Para todos alcanzaron las golosinas y nos dispusimos a ver este filme que, con Sandra Bullock en su reparto, no aseguraba nada.

Oh sorpresa la forma de llevar la historia; situada en L.A., sería hecharse una soga al cuello tocar el tema del racismo y las minorias sin el menor reparo. Por el contrario, las más representativas estuvieron presentes y cada historia aportó un sentimiento puro al film. [Sentimiento puro: Inv. de Mar. Dicese de aquello que aporta cada historia a la pelicula de Alto Impacto.]

No me extiendo seriamente porque en verdad esta muy recomendable y podría expulsar por medio de mi teclado algún detalle relevante de esos que no te deben de contar antes de verla. Warning: Está algo fuerte.

Saliendo de la película fuimos Ramón, Erasmo y su servilleta (osea, yo) al Sanborn's a esperar que dejara de llover. No pasó. Estuvimos un buen rato platicando anécdotas y ya cansados de consumir café nos fuimos para el departamento de Ramon y Quique. Llegando salió la frase que, viendolo realistamente, a nadie le causará gracia pero tuvo mucho humor en el contexto.

Abriendo el refrigerador

Ramón: Ya no hay comida.

Quique: ¡Nunca ha habido idiota!

Sí, abriendo uno de esos refrigeradores de soltero que solo tienen: Un bote de mayonesa, un bote de mostaza, sobresitos de condimentos de McDonald's, media papa desarrollando vida, un envase de cerveza vacío, un Tupperware con Dios-sabe-que-diablos (interesante expresión ¿no?). Creo que no lograr yo capturar la esencia del momento. Hice mi mejor intento.