Me gusta verme a mi mismo como un Anti-Quitter.

Sólo no puedo dejar de escribir dubitaciones sin sentido. Es como gasolina para mí.

Hablemos de: Música.

¿A quién no le gusta de vez en cuando encontrar una nueva banda o cantante que le provoque una sensación como de capítulo de sit-com que no se había visto? o, mejor aún, ¿reescuchar ciertas canciones que, como a todos nos pasa, habíamos olvidado lo felices que nos hacen y consecuentemente bajar toda la discografía del interprete en cuestión?
Esto me pasó con un bunche de cantantes que solía tener en mi ahora morida computadora y que vinieron uno tras otro a esta itinerante memoria. Entre ellos encontramos clásicos como Morrisey, Johnny Cash y Bruce S, ni que decir de Bob Dylan (que por cierto acaba de recibir el premio Principe de Asturias por ser la única leyenda viviente de la múscia). Cada uno tiene su propio estilacho pero todos son lo suficientemente grandes como para hacernos sentir choppers, bohemios y/o hippies, aún tú siendo tan fresa mano.

Así que mi recomendación sería que adquieran un refinamiento musical a través de estos colosos y saquen del armario la chaqueta de piel negra, o mínimo la bandita de amor y paz de sus padres.