La angustia

Este término de la fenomenología no acaba de ser completamente claro para mí. La angustia, como la define Heidegger, es el miedo a todo y a nada, es saberse un ser-ahí sin razón ni circunstancia y por ende no tener otro motivo de existir que darle un sentido a la existencia.

Este párrafo introductorio viene no con otra necesidad que aquélla de hacer saber a mis amables lectores que estoy conciente de que me estoy repitiendo, me esforzaré por ir más allá de ese individualismo como motor y la existencia como cuestión.

Hoy en el Sanborns salieron tantos temas que se habrían de profundizar en una vertiente bastante robusta y; sin embargo, me cuesta trabajo salir de la misma línea de los otros posts para relatarlo. Estoy en proceso.

Ahondaré un poco en el BUY NOTHING DAY: de entrada esta propuesta puede sonar un tanto radical, en palabras de Víctor sería "neoconservadora", lo cual es una paradoja ya que los promotores de ésta (Adbusters principalmente) tienen posturas más de izquierda. Yo entiendo que es inherente a la sociedad actual el consumo, el ahorro y la inversión; son como una especie de trinidad del nuevo Dios que se autodenomina Mercado, no se trata de luchar contra el dogma y la racionalización de los mitos, es más una tarea de autoconocimiento ante diversos escenarios. Esta propuesta sale hoy en El Financiero y fue comentada en la Hora Nacional. Tiene que haber algo de fondo para que no se quede en los subestratos que representan los grupos radicales dentro de una sociedad.

Hablando de necesidades, no es cuestión de volver a la época del Homo Habilis, pero muchas de éstas emergen de un presente que se sustenta en la apariencia, la "habilidad" para sortear los múltiples obstáculos y la necesidad de encontrar un refugio inmediato a esta angustia antes mencionada. De aquí que sea imperativo desarrollar un criterio que nos permita buscar las causas para valorar correctamente los efectos.

Ej. Un shampoo que quita el frizz. Si este producto lograra realmente su objetivo anunciado sería útil para la sociedad, de hecho sería una necesidad que se vería satisfecha pero... ¿Qué tanto es necesario evitar el frizz?, cierto es que es mucho más probable dar una buena impresión, conseguir pareja (in many cases), mandar señales a un posible socio-cliente y otras distintas situaciones de la vida diaria, empero todo esto emerge por poner la apariencia en un pedestal excesivamente alto, si las señales que valoraramos fueran otras (inteligencia, elocuencia, sentido del humor, etc.) no habría necesidad de un producto tan banal como el que acabamos de describir.

Bueno, ya acabé. Fin