The Big Taco

Tanta información en Internet que un poquito mas no hará dañó, y si es inutil e insulsa mejor...

Sunday, January 29, 2006

Patience has its limits. Take it too far and it's cowardice...

(TNXTOCYTRAXFORTHETITLEINSPIRATION)

Cómo todo comenzó no es lo relevante, de hecho para el espectador no tiene la menor importancia. Cómo se desarrolló es, ahora sí, un tanto imperativo exponerlo para que sea clara y concisa la conclusión a la que se ha llegado.

Romeo estaba acostumbrado a una vida sin vida, a una vida sin melancolía, sin preocupaciones y sin Julieta. Julieta se encontraba en una transición que no le permitía hacer otra cosa que mantener en alto su escudo, e internalizar esa armadura que le fue confeccionada tiempo atrás por un mago de la ciencia. Romeo y Julieta se conocieron y la hermosura de Julieta simplemente cautivó a el vagabundo. Romeo comenzó a no entender su lugar en esta tierra y sus pies volaron, se perdió por las nubes y cometió los más grandes errores. Romeo estaba enamorado, Romeo tenía 17 años. Julieta por su parte se entrego a brazos abiertos, fue todo lo que cualquiera que la conociera podría relatar, perfecta. Romeo bebió el veneno y se desprendió de la locura, de esta moire que fungía como combustible para vivir. Consiguiese Romeo un motor a diesel. Julieta, que para estas alturas había alcanzado un mayor grado de perfección y refinamiento, simplemente cambio sus prioridades.

De la necesidad del Blog.

Este Big Taco lleva ya algunos meses, años incluso, en circulación, se ve plasmada una transformación del autor en cuanto a forma y principalmente en cuanto a contenido. Reiterando la cualidad de locutor con el micrófono apagado me cuestiono, ¿Cuál es la necesidad de tener un blog?, en pocas palabras ¿Pa' qué?.

Saturday, January 28, 2006

Nos shit sherlock!

Fragmento de un artículo del periódico Reforma en el que comparan al DF con Hong Kong:

[...] Y es que en Hong Kong, lugar que se parece a Nueva York pero con muchos orientales que aseguran, orgullosos, no formar parte de China, [...]

¿Soy yo o si suena chistoso?

Calvin el hamster.

No recuerdo si en algún momento ha sido mencionada mi tan polémica mascota. Los roedores son el tipo de mascota que provoca reacciones divididas, como los dragones de komodo y los tigres albinos, o los amas o los odias, en una visión manquea se encuentra inmerso el sentimiento que produce mi pequeño hamster.

Si bien es cierto que me causa mucha gracia con sus actitudes y manias, o simple condicionamiento; el hecho que me haga perder 3 horas de mi vida buscándolo por todo el apartamento hiere mi humor y mi aprecio hacia sus bigotes. El día de ayer tuvo la grandiosa idea de escaparse de su jaula y de alguna manera acabar atorado dentro de una cubeta. Notesé que cualquier roedor no doméstico nunca se verá en esta situación, la holgazanería de las mascotas los vuelve estúpidos, creo yo.

Ya de vuelta en su jaula no se cual será la mejor manera de reprimirlo, por su misma naturaleza es imposible educarlo. Dammit!.

Tuesday, January 24, 2006

El Centro.

Llegando a mi departamento después de un viaje hacía el centro histórico de la Ciudad de México en compañía de mis dos entrañables amigas, Isabel y Elisa, me encuentro con ese sabor de boca que te deja una experiencia nueva y enriquecedora; con esas ganas de platicar con el mundo y expresar como te sientes de redescubrir un fragmento del espacio en el cual día a día transcurren las vidas de miles de personas, siempre de frente y sin apreciar los sabores, sin distinguir las tonalidades y combinaciones que le dan su fuerza a la creación humana.

El edificio el Museo Nacional de Arte es ensordecedoramente bello, la plazoleta y el caballo de bronce que se alzan justo en frente, el edificio de correos que trata de emparejar simétricamente esta esplendida imagen no le piden nada al Palacio Real de España. El ir y venir de los citadinos con sus grandes abrigos y acongojados gestos es como una película en alta velocidad, que nos permite detener el tiempo entre líneas y desgarrar trozo a trozo la humedad del clima y el olor a avellanas que proviene más de un recuerdo que de una esquina cercana.

A sólo algunos pasos se encuentra el tradicional Café de Tacuba, con esos fragmentos de talavera y una puerta por la que pareciera nunca transcurrir el tiempo. La amabilidad de sus concurrentes y esa sensación de que la historia no te necesita durante un instante, de que la realidad se encuentra presente en ese lugar, y nada más.

Cómo no enamorarse de ese pequeño hueco, donde el gris es un retazo de memorias, de historia y vida.

Una perspectiva distinta...

Este artículo es de los autores de Freakonomics, un economista y un periodista, esta un poco largo pero vale la pena, como todo lo que escriben estos dos changos...

Why Vote?

A Swiss Turnout-Boosting Experiment

By STEPHEN J. DUBNER and STEVEN D. LEVITT

Within the economics departments at certain universities, there is a famous but probably apocryphal story about two world-class economists who run into each other at the voting booth.

"What are you doing here?" one asks.

"My wife made me come," the other says.

The first economist gives a confirming nod. "The same."

After a mutually sheepish moment, one of them hatches a plan: "If you promise never to tell anyone you saw me here, I'll never tell anyone I saw you." They shake hands, finish their polling business and scurry off.

Why would an economist be embarrassed to be seen at the voting booth? Because voting exacts a cost - in time, effort, lost productivity - with no discernible payoff except perhaps some vague sense of having done your "civic duty." As the economist Patricia Funk wrote in a recent paper, "A rational individual should abstain from voting."

The odds that your vote will actually affect the outcome of a given election are very, very, very slim. This was documented by the economists Casey Mulligan and Charles Hunter, who analyzed more than 56,000 Congressional and state-legislative elections since 1898. For all the attention paid in the media to close elections, it turns out that they are exceedingly rare. The median margin of victory in the Congressional elections was 22 percent; in the state-legislature elections, it was 25 percent. Even in the closest elections, it is almost never the case that a single vote is pivotal. Of the more than 40,000 elections for state legislator that Mulligan and Hunter analyzed, comprising nearly 1 billion votes, only 7 elections were decided by a single vote, with 2 others tied. Of the more than 16,000 Congressional elections, in which many more people vote, only one election in the past 100 years - a 1910 race in Buffalo - was decided by a single vote.

But there is a more important point: the closer an election is, the more likely that its outcome will be taken out of the voters' hands - most vividly exemplified, of course, by the 2000 presidential race. It is true that the outcome of that election came down to a handful of voters; but their names were Kennedy, O'Connor, Rehnquist, Scalia and Thomas. And it was only the votes they cast while wearing their robes that mattered, not the ones they may have cast in their home precincts.

Still, people do continue to vote, in the millions. Why? Here are three possibilities:

1. Perhaps we are just not very bright and therefore wrongly believe that our votes will affect the outcome.

2. Perhaps we vote in the same spirit in which we buy lottery tickets. After all, your chances of winning a lottery and of affecting an election are pretty similar. From a financial perspective, playing the lottery is a bad investment. But it's fun and relatively cheap: for the price of a ticket, you buy the right to fantasize how you'd spend the winnings - much as you get to fantasize that your vote will have some impact on policy.

3. Perhaps we have been socialized into the voting-as-civic-duty idea, believing that it's a good thing for society if people vote, even if it's not particularly good for the individual. And thus we feel guilty for not voting.

But wait a minute, you say. If everyone thought about voting the way economists do, we might have no elections at all. No voter goes to the polls actually believing that her single vote will affect the outcome, does she? And isn't it cruel to even suggest that her vote is not worth casting?

This is indeed a slippery slope - the seemingly meaningless behavior of an individual, which, in aggregate, becomes quite meaningful. Here's a similar example in reverse. Imagine that you and your 8-year-old daughter are taking a walk through a botanical garden when she suddenly pulls a bright blossom off a tree.

"You shouldn't do that," you find yourself saying.

"Why not?" she asks.

"Well," you reason, "because if everyone picked one, there wouldn't be any flowers left at all."

"Yeah, but everybody isn't picking them," she says with a look. "Only me."

In the old days, there were more pragmatic incentives to vote. Political parties regularly paid voters $5 or $10 to cast the proper ballot; sometimes payment came in the form of a keg of whiskey, a barrel of flour or, in the case of an 1890 New Hampshire Congressional race, a live pig.

Now as then, many people worry about low voter turnout - only slightly more than half of eligible voters participated in the last presidential election - but it might be more worthwhile to stand this problem on its head and instead ask a different question: considering that an individual's vote almost never matters, why do so many people bother to vote at all?


The answer may lie in Switzerland. That's where Patricia Funk discovered a wonderful natural experiment that allowed her to take an acute measure of voter behavior.

The Swiss love to vote - on parliamentary elections, on plebiscites, on whatever may arise. But voter participation had begun to slip over the years (maybe they stopped handing out live pigs there too), so a new option was introduced: the mail-in ballot. Whereas each voter in the U.S. must register, that isn't the case in Switzerland. Every eligible Swiss citizen began to automatically receive a ballot in the mail, which could then be completed and returned by mail.

From a social scientist's perspective, there was beauty in the setup of this postal voting scheme: because it was introduced in different cantons (the 26 statelike districts that make up Switzerland) in different years, it allowed for a sophisticated measurement of its effects over time.

Never again would any Swiss voter have to tromp to the polls during a rainstorm; the cost of casting a ballot had been lowered significantly. An economic model would therefore predict voter turnout to increase substantially. Is that what happened?

Not at all. In fact, voter turnout often decreased, especially in smaller cantons and in the smaller communities within cantons. This finding may have serious implications for advocates of Internet voting - which, it has long been argued, would make voting easier and therefore increase turnout. But the Swiss model indicates that the exact opposite might hold true.

But why is this the case? Why on earth would fewer people vote when the cost of doing so is lowered?

It goes back to the incentives behind voting. If a given citizen doesn't stand a chance of having her vote affect the outcome, why does she bother? In Switzerland, as in the U.S., "there exists a fairly strong social norm that a good citizen should go to the polls," Funk writes. "As long as poll-voting was the only option, there was an incentive (or pressure) to go to the polls only to be seen handing in the vote. The motivation could be hope for social esteem, benefits from being perceived as a cooperator or just the avoidance of informal sanctions. Since in small communities, people know each other better and gossip about who fulfills civic duties and who doesn't, the benefits of norm adherence were particularly high in this type of community."

In other words, we do vote out of self-interest - a conclusion that will satisfy economists - but not necessarily the same self-interest as indicated by our actual ballot choice. For all the talk of how people "vote their pocketbooks," the Swiss study suggests that we may be driven to vote less by a financial incentive than a social one. It may be that the most valuable payoff of voting is simply being seen at the polling place by your friends or co-workers.

Unless, of course, you happen to be an economist

Saturday, January 21, 2006

Caution.

Una interpretación de la vida podría darse desde la muerte. Utilizando los tiempos verbales que nos brinda el lenguaje somos capaces de ensamblar fragmentos de un rompecabezas que habrá de ser completado en el momento mismo de su destrucción. El hombre no está viviendo, sólo vive; por el contrario, el hombre no muere, está muriendo. El hombre es un ser muriente, un ser para la muerte y es ahí donde radica su capacidad creadora, su opción de cambio así como su cualidad diferenciadora de los demas seres vivos. Este atributo es la risa. El ser humano es portador de esta embriagante aptitud para demostrarse a sí mismo y a los demas entes concientes que su vida merece la pena de ser morida.
Como método de evasión o como demostración de afecto, esta risa nos permite proyectarnos sobre un lienzo social y plasmar el temperamento que nos fue heredado. La risa como cúspide del humor no es exclusivamente una herramienta de enajenación, es una completa necesidad de vida. El hombre que no ríe no está muriendo, esta muerto.

Friday, January 20, 2006

esmas transtorno

Mire nada más, cual pornografía ni que nada, con entrar al "portal más grande y moderno de México" los escuincles encuentran temas dignos de cualquier Cosmopolitan, Vanidades o simplemente el famosísimo ALARMA!. Sabes que las mujeres empiezan a hablar en promedio 3 meses antes que los hombres... Comete una sopita.. maruchan....

Thursday, January 19, 2006

Sí, es salmón. No, el salmón no es negro.

Desayunar salmón es un sentimiento bastante errático, supongo que en cortes victorianas y monarquias nórdicas esto no tendrá nada de singular, pero la realidad es que en el Ajusco no es algo recurrente. El asunto se complica cuando descubres que la cara inferior del anaranjado pescado se encuentra (por alguna razón fuera de mi entendimiento) de color gris negruzco. Lo cocinas y te das cuenta que hasta su consistencia es distinta al resto. Te comes lo que queda de un color rosa pastel y desechas el resto en el cesto de basura. Llegas en la noche a tu casa y al entrar te sientes, o estaría mejor dicho: te hueles, entre una multitud de salmonas que intentan subir la cascada para deshovar y proveer de rico caviar al mundo entero. Yiak!

Tuesday, January 17, 2006

Insurgentes.

El día de hoy ha sido la aventura de Marcelo el pueblerino manejando por la gran-caótica-reumática-neurótica ciudad de México. Aqui las impresiones.

->Manejar por Insurgentes es como ese juego en el que tienes que rodear una figura metalica que si tocas suena el timbre y pierdes (si saben cuál, ¿no?), solo que en este caso la perdida involucra llamarle al seguro y a tus padres.

->Hasta ahora entiendo el anuncio de Coca que dice: "Eres pequeño pero con buena fama"; en mi minúsculo automovil no hace falta más que utilizar sus luces largas para que cualquier trailero comienzé a rezar el Ave María.

->NO es lo mismo andar en automovil que en camión. Cuando te pierdes llegas más rapido a la patagónia.

Ha, sí, que consuma 170 pesos de gasolina de León al DF: No tiene precio.

Sunday, January 15, 2006

Ya olde black table is closing. Round tear.

¡No!, cierra la BlackTable. Gratos recuerdos me trae dicha página, me es muy difícil reir en la lectura y la mesita negra era de las pocas que lograban arrancarme carcajadas. La extrañaré y espero que mínimo dejen los archivos al público.

Ya vuelvo a MéxCity. Despues de tanto cantarlo se ha arribado la fecha, regreso (hoy o mañana) al defectuoso. Se acabo la ropa limpia y los desayunos fortuitos*. Another tear.

*No se si esta palabra este bien empleada. Does anyone know?

Friday, January 13, 2006

Instrucciones para comer hot dogs, coma.

Aquella persona que tenga la retorcida capacidad de decirme a que título atañe el encabezado de este post podra ganarse alguno de los siguientes premios:

a)Una dotación de alkazeltsers, o cualquier antiacido.
b)Terapia gratis para superar sus desordenes alimenticios.
c)Todas las anteriores.

Jamás en la vida tengan la genial ocurrencia de atascarse 4 hotdogs y dos sincronizadas despues de una noche de antro y llegar directo a su cama sin tomar medicina (and I mean real medication here!); al siguiente dia vuestro cuerpo se las cobrará toditas.

>Estoy gestando un articulo bien redactado, bien planeado y bastante divertido sobre los requisitos para abrir un buen antro. Ahorita tengo que ir al baño.

Wednesday, January 11, 2006

Hell YEAH!!!!

{otra vez un teclado con el que no me entiendo, ok?}

Saludos a todos mis muy estimados!!!! He vuelto, creo. Después de dos horas de intentar reestablecer la joya de la sabiduria y entretenimiento que es el internet este ha vuelto a mi hogar leondinense. Hurrrray!.

Las vacaciones se han portado bien y mi dieta a base de te verde y salmón funciona cual instructor de gym en beverly hills, es decir, no sirve para nada y cuesta un $#"&%. A partir de ahora mi ingesta calorica se basara en totopos con guacamole y RC cola.

Pronto estare por tierras expejistas (recuerden en el dF el tiempo se mide en a.p y d.p, y'all know what I mean), espero me hayan cuidado bien el changarro y tengan la certeza de que el marcelo llegará con nuevos brios, un horario de maravilla y toda la actitud para rockear. Cheers.

Sunday, January 01, 2006

Bienvenido 2006

Me repito. I know.
Propósitos de año nuevo:

-Aprender a hacer una vuelta de carro.
-Comer más saludable (no, el alcohol no entra en esta categoria, bueno, smirnoff vs. absolut involucra una decisión que ejemplifica el riesgo de quedar ciego, o no.)
-Tomar una copa de vino tinto al día (ok, estoy no tiene mayor sentido, pero los que viven ciento y tantos años beben diariamente)
-Conocer a Paris Hilton. (No se hagan, todos ustedes lo han pensado)

Cheers, que tengan una excelente fiesta de año nuevo y no se encuentren leyendo estoy a la hora que lo escribo puesto que es un tanto patético. Me. Oui.